Si Renfe creía que el verano de 2025 estaba siendo complicado es porque aún no conocía lo peor: los incendios

Si Renfe creía que el verano de 2025 estaba siendo complicado es porque aún no conocía lo peor: los incendios

No está siendo un verano fácil para el AVE. La campaña arrancó con problemas en una de sus principales arterias, la línea Madrid-Andalucía, y ha ido encadenando desafíos como el culebrón de los trenes Avril, la suspensión de servicios en varios tramos de la red por incendios o una avería que hace unos días afectó a la línea de alta velocidad andaluza. Ahora, con buena parte del país de vacaciones, suma un nuevo reto que pone la puntilla: la paralización de la línea Madrid-Galicia.

Y todo esto con la demanda en niveles récord

¿Qué ha pasado? Que los incendios han obligado a Renfe a suspender durante horas sus servicios entre Madrid y Galicia. Ayer por la tarde la operadora ya avanzó la paralización de los trenes debido a que las llamas estaban cerca de las vías entre Vilavella y Porta de Galicia y el bloqueo definitivo se confirmó horas después.

La idea inicial era retomar los servicios hoy a primera hora, pero no ha podido ser así. A las 7.30 h los operarios aún seguían examinando las vías para confirmar que el tráfico se recuperará con garantías. Poco antes de las diez Renfe publicó en X un mensaje informando del restablecimiento del servicio, pero la decisión duró poco. Hora y media después daba marcha atrás: «Por reactivación del incendio, vuelve a quedar interrumpido el servicio ferroviario entre Madrid y Galicia».

Más tarde Renfe subió un nuevo tuit aclarando que se había visto obligada a interrumpir la circulación entre Puebla de Sanabria y Ourense por orden del CECOPI de Castilla y León (Protección Civil). «Los trenes en trayecto serán apartados en estaciones hasta que se garantice la circulación», concluía.

Click en la imagen para ir al tweet.

¿Es la única afectada? No. En lo que va de verano el fuego ha afectado a otros tramos en los que opera Renfe. Las llamas han interferido en el servicio con mayor o menos alcance en Castilla-La Mancha, Cataluña, Castilla y León o Extremadura, entre otros puntos. En junio un incendio entre las estaciones de Valladolid-Campo Grande y Río Duero obligó a suspender el servicio de alta velocidad en las líneas Madrid-Segovia-Valladolid y Madrid-Gijón y en julio las llamas obligaron a paralizar la línea por la que circula el AVE que conecta Madrid y Andalucía.

¿Es algo excepcional? En mayor o menor medida, España suele parecer incendios forestales en verano (a lo largo del año pasado se calcinaron más de 47.700 hectáreas) y no es extraño que en algunos casos el fuego afecte a la red ferroviaria. En este caso las llamas, sobre todo las de Galicia, que han alterado durante horas el corredor que comunica la comunidad con Madrid, llegan sin embargo en un verano en el que Renfe ha tenido que lidiar con otros retos.

La campaña empezó de hecho de con un caos considerable en una de las principales arterias de la rede de alta velocidad española: la línea entre Madrid y Andalucía. Una avería en una catenaria entre Los Yeles (Toledo) y La Sagra, al suroeste de la Comunidad de Madrid, afectó a los servicios que conectaban con el sur y obligó a suspender trenes, generó retrasos y dejó un cabreo notable entre los viajeros afectados. «Llevamos más de 13 horas atrapados en mitad de un llano, sin electricidad ni baños, con un calor insoportable», denunciaba un usuario en X.

¿Ha pasado algo más? Aquel episodio llegó poco después de que, en mayo, la operadora tuviese que lidiar con otro episodio caótico en el AVE Madrid-Sevilla que dejó trenes detenidos durante horas y miles de pasajeros afectados. El motivo en aquella ocasión no fue un incendio, sino el robo de cable de cobre en las vías, lo que llevó incluso al presidente de Renfe a lamentarse públicamente de lo difícil que es controlar la vasta red del país. «No se pueden vigilar 24 horas 15.000 km de red, pero habrá que poner más medios», asumía Álvaro Fernández de Heredia.

Con ese telón de fondo, en las últimas semanas Renfe se ha enfrentado a otra polémica, aunque de una naturaleza bastante distinta. Hace unos días trascendía que Renfe ha decidido prescindir de los trenes Avril (serie 106) en su línea Madird-Barcelona y sustituirlos por convoyes serie 103. La decisión llega después de que la operadora detectase problemas técnicos en la maquinaria y le obligó a realizar un ‘sudoku’ para reubicar trenes de las series 103 y 102 para cubrir la demanda.

¿Es todo negativo? No. El verano tal vez esté siendo más movido de lo que quisiera Renfe, pero ha arrancado con un importante nivel de demanda. Hace unos días la operadora lanzó un comunicado para presumir de que julio se cerró con su «mejor registro histórico mensual de viajeros» en AVE y de Larga Distancia.

A lo largo del mes contabilizó cerca de 3,5 millones de viajeros, un 4,6% más que en junio, que ostentaba hasta ahora el «máximo histórico». El aumento se apoya en los servicios de alta velocidad (AVE y Avlo), que vieron cómo su oferta de plazas  se incrementaba un 13,9% y el flujo de viajeros un 10,5% en comparación con 2024. Las mayores subida se registraron entre Madrid-Valencia y Zaragoza-Barcelona.

Imágenes | Ministerio de Defensa (X) y John Worth (Flickr)

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Si Renfe creía que el verano de 2025 estaba siendo complicado es porque aún no conocía lo peor: los incendios

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por
Carlos Prego

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